En la silla de los acusados!( Eduardo Galeano)

La globalización se nos antoja sanguinaria, destructora de culturas, tradiciones, sistemas económicos y mercados emergentes. Es la oveja negra de la familia por no decir el malo del cuento y a mucha gente le gustaría creerlo, pero lo cierto es que detrás de toda está mascara nacionalista se encuentra una circunstancia histórica que ha beneficiado al desarrollo de México.

Si la globalización ha impulsado el desarrollo económico de países como China e India, ¿por qué no sería el caso para México? ¿y más teniendo a Estados Unidos de vecino? Lo cierto es que la globalización genera empleos y capital, aumenta la calidad de vida y por lo tanto disminuye la pobreza. Hay voces que dicen que la globalización es la causante del desempleo en México, pero la la verdad es que debido a la globalización cientos de empresas extranjeras invierten millones de dólares en México, generando así empleos y trayendo tecnología.

Además, la globalización ayuda a que haya más exportaciones e importaciones, ya que sin ella sólo existiría el mercado interno, no habría mucha competencia, y los productos serían pocos y de mala calidad. Sólo recordemos la etapa del proteccionismo de los años 40 a los 80 que estancó a las empresas nacionales en su desarrollo comercial frente a la competencia internacional.

Si la globalización no es al que hay que sentenciar, ¿entonces quién es el causante de los problemas en México? El problema que tiene México es la falta de educación y preparación. Si supiéramos utilizar la globalización correctamente y la aprovecháramos al cien por ciento, la situación tendría un cambio drástico en beneficio del país. Además debido a que no generamos nuestra propia tecnología y el gobierno invierte tan poco en la investigación, la globalización avanza tan lentamente sin traer los frutos que han cosechado los demás países como Alemania o Estado Unidos.

En suma y sin llegar a ser la abogada del diablo, la globalización podrá ser tachada de un peligro para México, pero la realidad es que es una salida hacia una vida mejor, pero si ni siquiera consideramos esa puerta en la solución a los problemas nacionales, por muy criticable que sea, no tendríamos ni la oportunidad de llegar a ser una potencia económica.